El fútbol está lleno de anécdotas increíbles, pero pocas tan impactantes y surrealistas como la que ocurrió en Madagascar en el año 2002. Ese año, se registró la mayor goleada de la historia del fútbol: un marcador final de 149-0, todos los goles marcados en propia puerta por el mismo equipo.
¿Qué ocurrió en aquel partido?
El 31 de octubre de 2002, el club Stade Olympique de L’Emyrne (SOE) se enfrentó al AS Adema en un partido correspondiente a la liga malgache. Lo que debía ser un encuentro más en la competición terminó convirtiéndose en un episodio histórico por las razones menos esperadas.
El equipo del SOE, molesto por una decisión arbitral que consideraron injusta en un partido anterior, decidió protestar de manera extrema. Durante el encuentro ante AS Adema, los jugadores del SOE comenzaron a marcar autogoles de forma deliberada, uno tras otro, sin que el equipo rival intentara intervenir.
El resultado fue una goleada 149 a 0, todos los tantos anotados por jugadores del mismo equipo en su propia portería. El árbitro no suspendió el partido y permitió que continuara hasta el final del tiempo reglamentario.
Récord mundial insólito
La Federación Malgache de Fútbol, así como medios internacionales, confirmaron el resultado y la intención detrás de los autogoles. El marcador 149-0 se mantiene hasta hoy como la mayor goleada oficial registrada en la historia del fútbol, superando por mucho cualquier otro resultado similar.
El hecho fue tan impactante que ingresó en el Libro Guinness de los Récords, no solo por la magnitud del marcador, sino por tratarse de una protesta insólita en el deporte profesional.
Las consecuencias
Como resultado de este acto, varios jugadores y miembros del cuerpo técnico del SOE fueron sancionados por la federación. Algunos recibieron suspensiones de varios años y el equipo fue multado. Desde entonces, no se ha vuelto a registrar un hecho similar en el fútbol profesional.
Conclusión
Lo ocurrido en Madagascar no solo representa una anécdota extrema, sino que también pone en evidencia la forma en que el deporte puede convertirse en escenario de protesta. Aunque el resultado fue simbólico, la historia del 149-0 se convirtió en una de las más recordadas y comentadas en la historia del fútbol mundial.
