El Mundial de Fútbol de 1954, celebrado en Suiza, marcó un antes y un después en la historia del deporte más popular del planeta. Fue la primera Copa del Mundo transmitida por televisión, lo que permitió que miles de aficionados pudieran seguir los partidos desde sus hogares, aunque de manera limitada y en blanco y negro.
La televisión llega al Mundial
Antes de 1954, los fanáticos del fútbol solo podían seguir los encuentros a través de la radio o asistiendo directamente a los estadios. Sin embargo, en Suiza, por primera vez, se instaló un sistema de transmisión televisiva que llevó las imágenes de la Copa del Mundo a varios países europeos.
No todos tuvieron acceso, ya que la cobertura era reducida y las televisiones todavía eran un lujo. Aun así, este hecho marcó el comienzo de una nueva era: el fútbol dejó de ser un espectáculo exclusivo del estadio para convertirse en un evento global.
Impacto histórico
El Mundial de 1954 también es recordado por la final entre Alemania Federal y Hungría, conocida como el “Milagro de Berna”. Ese mismo partido fue uno de los más vistos en la incipiente transmisión televisiva, lo que ayudó a consolidar el vínculo entre el fútbol y la televisión.
Desde entonces, cada Mundial ha aumentado exponencialmente su cobertura mediática, pasando del blanco y negro de 1954 a las transmisiones en 4K y streaming que disfrutamos hoy.
