El fútbol nos ha regalado partidos inolvidables, finales épicas… y también goleadas históricas. Pero ninguna tan descomunal como la que se vivió el 11 de abril de 2001, cuando la selección de Australia venció 31-0 a Samoa Americana en un partido de las eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón 2002.
Sí, leíste bien: treinta y un goles en un solo partido. Un récord que aún hoy, más de dos décadas después, sigue imbatible en la historia del fútbol internacional.
🔵 Un partido para la historia
El encuentro se disputó en el International Sports Stadium de Coffs Harbour, Australia. Desde el inicio, quedó claro que el partido sería desigual: Samoa Americana no pudo contar con varios de sus jugadores habituales por problemas de visado, y saltó al campo con un equipo de jóvenes inexpertos.
Australia, por su parte, no tuvo piedad y desde el pitazo inicial atacó sin descanso. Al final del primer tiempo, ya ganaban por 16-0. En la segunda mitad, continuaron aumentando la cuenta hasta cerrar con un increíble 31-0.
👟 Archie Thompson, goleador récord
Uno de los grandes protagonistas de aquella tarde fue Archie Thompson, quien marcó nada menos que 13 goles, estableciendo también el récord mundial de más goles anotados por un solo jugador en un partido internacional.
Otros jugadores australianos también sumaron en la goleada, como David Zdrilic con 8 tantos.
📊 Récords que dejó el partido
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Mayor goleada en la historia de las eliminatorias mundialistas: 31-0.
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Más goles en un partido internacional de selecciones.
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Más goles de un jugador en un solo partido internacional: 13 goles (Archie Thompson).
🌍 Una goleada que impulsó cambios
Este partido también encendió el debate sobre la disparidad entre las selecciones en Oceanía. Poco después, Australia decidió cambiar de confederación y pasar a competir en Asia (AFC), buscando un mayor nivel competitivo.